El TSXG ordena resolver todos los casos de participaciones preferentes a dos juezas
La titular y su refuerzo celebrarán 150 juicios en los próximos tres meses. Su misión es acabar «cuanto antes» los litigios con la banca
El juzgado especial de las preferentes tiene
ahora dos juezas cuya misión es liquidar todos los juicios de
preferentes que quedan. Su primer objetivo es resolver más de 150
pleitos de productos bancarios en tres meses, el doble de lo normal. La
orden de convertir dicho juzgado en una locomotora procede directamente
del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).
El alto órgano ha designado un refuerzo para
apoyar a la jueza titular para que, entre las dos, acaben «cuanto antes»
con todos los litigios en trámite que fueron emprendidos por clientes
que reclaman la devolución de sus ahorros atrapados en productos
bancarios de alto riesgo. No hay una estimación oficial disponible pero
todo apunta a que aún quedan pendientes cientos de casos.
Este es uno de los escasos casos en que una
magistrada de refuerzo se suma a la titular para liquidar asuntos a toda
máquina. En Vigo hay refuerzos para casos complejos como A Pedra o Las 5
Jotas (la comisión permanente del Poder Judicial prorrogó ayer la
comisión de servicio hasta el 30 de junio) y para desatascar Familia o
Social. Pero este es un caso único en que dos magistradas unen sus
fuerzas para ventilar todos los casos y dejar su sala a cero.
El tribunal especial de preferentes abrió sus
puertas en septiembre del 2013 con una jueza de Tui en comisión de
servicios para reforzar a los juzgados de primera instancia. En 15 meses
ha acumulado 2.500 demandas y conciliaciones. El pasado mayo, los
preferentistas que se manifestaban ante la sede de Abanca en Vigo
aceptaron un acuerdo para recuperar sus ahorros y, a partir de esa
fecha, cientos de litigios se cerraron con un pacto extrajudicial con el
banco. Eso quitó mucha carga de trabajo.
El pasado diciembre, este juzgado renovó su
prórroga de 6 meses y fue entonces cuando el TSXG implantó su plan de
refuerzo. «Nuesta misión es acabar con todos los asuntos en trámite»,
explicó ayer la jueza titular Tania Rodríguez. Su refuerzo ya la
sustituyó varios meses y tiene experiencia en estos productos.
La primera medida de las dos juezas ha sido
agilizar la agenda y adelantar al invierno la celebración de los juicios
previstos para primavera y verano. Las sesiones fijadas para mayo,
junio o abril han sido recolocadas en días libres de febrero, marzo y
abril. «Hemos aumentado de dos a cuatro días a la semana las vistas en
la sala», dijo Rodríguez.
Una jueza dirigirá vistas dos días a la semana en
la sala del juzgado de lo contencioso-administrativo y otra usará un
par de días otra sala, generalmente la de las bodas civiles.
Gracias a esta duplicación de horas hábiles para
juicios, las dos magistradas podrán sacar un mayor rendimiento a su
semana laboral. «Nuestra idea es señalar 12 juicios a la semana. Al
haber más días de sala disponible, podremos resolver con mayor
agilidad», explicó ayer la jueza titular Tania Rodríguez. Una carga de 4
juicios al día equivale a 50 vistas al mes y 150 en un trimestre, un
ritmo de trabajo nunca visto.
La magistrada se incorporó en diciembre de una
baja y, al poco, se encontró con su nuevo papel de liquidadora.
Desconocía ayer el número exacto de casos de preferentes pendientes de
resolver pero pronto podrá hacer el chequeo porque su secretaria del
turno le dio ayer el balance del 2014. Está claro que son muchos menos
pleitos que la avalancha de 990 asuntos registrados en el último
trimestre del 2013 o los más de mil del 2014.
Audiencias previas
Las dos liquidadoras también sacarán adelante
cientos de vistas previas al juicio que solo requieren que las partes
presenten la documentación donde muestran sus pruebas o argumentos. En
la práctica, la jueza ya puede dictar sentencia con ese material sin
necesidad de celebrar el juicio, lo que adelanta la tramitación.
Por ejemplo, ayer mismo la titular pasó toda la
mañana en la sala y dejó listos once casos para dictar la sentencia,
muchos de ellos audiencias previas, lo que supone un importante atajo.
Es una señal de que la resolución de los procedimientos va muy ágil.
Las liquidadoras también deberán celebrar decenas de audiencias previas al juicio
Las sesiones fijadas para mayo, junio y julio han sido adelantadas a febrero o marzo
Desde el pasado verano, el número de demandas de
preferentes descendió hasta un puñado a la semana. El bajo ritmo
continuó el resto del año, aunque aparecieron pleitos procedentes de
municipios en los que Vigo tiene jurisdicción para este tipo de asuntos.
Tania Rodríguez confirmó ayer este bajón en la entrada de litigios: «A
día de hoy están entrando casos pero son menos, ahora vienen a
cuentagotas», explicó la jueza titular.
La reducción de carga de trabajo fue muy
importante en el verano cuando Abanca y cientos de preferentistas
sellaron sus acuerdos. El ritmo también ha cesado y lo que queda son
juicios donde no va a haber avenencia. «Sigue habiendo acuerdos pero no
con los volúmenes anteriores», confirma la jurista.
La magistrada tiene la sensación de que el
juzgado se encuentra en la recta final de su misión, que todavía tiene
seis meses de prórroga. «Es previsible que todo este trabajo pendiente
se resuelva antes», dijo ayer.
El juzgado especial ocupa un piso alquilado en un
edificio de oficinas. El gran movimiento que había tras los primeros
meses de su inauguración, cuando entró una avalancha de asuntos, ha
dejado paso a una menor actividad. Aún así quedan decenas de expedientes
sobre las mesas de los funcionarios, señal de que todavía hay trabajo
por delante. En la oficina de repartos entran varios casos más cada
semana y, en ocasiones, han llegado hasta diez el mismo día. Cada
preferentista paga 300 euros de tasas judiciales por presentar su
demanda.
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