lunes, 21 de abril de 2014

El Banco de España y la CNMV traban la investigación penal de las preferentes

Los dos reguladores responden con evasivas a peticiones de información de la Audiencia Nacional e incluso llegan a cuestionar su procedencia

El camino para la depuración de las responsabilidades penales que se pudieran derivar de las sucesivas emisiones de participaciones preferentes habidas entre 2008 y 2012 en Bankia y en las cajas de ahorros que la integraron sigue estando lleno de obstáculos, hasta el punto de que hoy parece más cercano el archivo de las actuaciones que la imputación formal de algunos ex altos cargos de esas entidades. Los últimos en entorpecer y, por ende, retrasar las pesquisas están siendo el Banco de España (BdE) y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), es decir, los dos órganos reguladores con competencias en todo este polémico asunto.

Aunque la labor de ambos institutos ha evidenciado claras lagunas, tachadas incluso de dejaciones conscientes por algunas acusaciones particulares en el caso de las preferentes, la propia Sala de lo Penal de la Audiencia ya rechazó a finales de febrero que sus responsables anteriores, Miguel Ángel Fernández Ordoñez (BdE) y Julio Segura (CNMV), pudieran ser imputados por ello. Según aquellos magistrados, «no existen elementos» que permitan demostrar que «contribuyeron consciente, voluntaria y materialmente al perjuicio de los inversores». La Sala de lo Penal entendía entonces que tal suposición era «incompatible» con la intervención de tales instituciones en este caso. Sin embargo, y a la vista de lo que viene ocurriendo en las últimas semanas, varias acusaciones particulares empiezan a tener la sospecha de que algo se puede estar ocultando por parte del Banco de España y la CNMV, en aras a cerrar cualquier opción de que el Estado pudiera ser declarado responsable civil y, por extensión, tuviera que responder de eventuales indemnizaciones. 

 
 
Ambos reguladores están trabando la marcha de la investigación que dirige Andreu, a base de responder con evasivas a algunas de sus peticiones de documentación o dar información parcial en otras, lo que ha llevado ya a algunos abogados a plantear una queja formal ante el juez y pedirle que vuelva a solicitar esos datos. Así ocurre, por ejemplo, en el caso de sendos informes correspondientes al período comprendido entre marzo y junio de 2009, en el que las cajas que luego formaron Bankia comercializaron hasta 3.000 millones de euros en preferentes, una petición que la autoridad bancaria ha zanjado aportando únicamente dos borradores en vez de los dictámenes oficiales que sí ha entregado respecto al resto de los años.

La clave de dichos informes, según algunas acusaciones, es que podrían evidenciar que el Banco de España permitió las emisiones de «productos perpetuos con alto riesgo financiero» sin mayores trabas pese a admitir por escrito las elevadas incertidumbres que se cernían sobre el crédito de las entidades investigadas. En otros casos, lo que hace el organismo que dirige Luis María Linde es pasarse la pelota con el órgano que encabeza Elvira Rodríguez respecto a cuál de ellos es el competente para responder una u otra cuestión, o bien limitarse a ofrecer respuestas escuetas.

Advertencia al instructor
Más llamativa aún es la actitud de la CNMV, que incluso llega a cuestionar la procedencia de los requerimientos de información hechos desde la Audiencia Nacional. Así, en una de sus últimas respuestas prácticamente se arroga el papel de juez al analizar las querellas que dieron origen a este caso y advertir al instructor que «no justificarían las peticiones formuladas». En otras ocasiones, tacha de «excesivamente genéricas» las solicitudes de Andreu y evitan darles respuesta. 

Su última contestación ha sido revelar ahora al juez que ha abierto sendos expedientes sancionadores a las entidades investigadas por las preferentes -ha tardado casi cuatro años en hacerlo tras abrir las primeras pesquisas en la primavera de 2010- y que, por tanto, no podría facilitar muchos más datos hasta que se aclare si son los mismos hechos ya investigados por la Audiencia y, por lo tanto, si debería suspender su procedimiento. En la mayoría de los casos, sin embargo, no sería necesario -el regulador se centra en los controvertidos casos de operaciones que la jurisdicción penal ha excluido-, a la vista de las propias resoluciones que el juez ya ha enviado a la CNMV.

FUENTE: www.laverdad.es

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