Los correos de Miguel Blesa ponen al descubierto que Aznar exigía contrapartidas
A José María Aznar le empiezan a salir los muertos
del armario. El nombre del expresidente del Gobierno no sólo aparece en
el “caso Gürtel”, en el que se citan expresamente a familiares y al
propio matrimonio, hijos y yerno, sino también ahora en el “caso Blesa”,
que está teniendo enorme eco social, político, mediático e incluso
financiero.
El tema de los “amigos de Aznar” no viene de nuevas. Miguel Blesa,
quien fuera compañero de apartamento del expresidente en Logroño
(durante sus años de inspector fiscal hasta que entró en política), era un oscuro funcionario de cuarta hasta que su amigo llegó a la presidencia del gobierno. Su nombramiento como presidente de Caja Madrid duró casi dieciséis años tras comprar voluntades de partidos y sindicatos.
De los correos electrónicos hechos públicos se puede colegir que Aznar utilizó Caja Madrid para sus intereses personales a través de su amigo Blesa.
Está confirmado, por ejemplo, que intentó a toda costa que la entidad
financiera madrileña adquiriera una colección completa del escultor Gerardo Rueda por importe de 54 millones de euros, “un precio disparatado”, en opinión de Rafael Spottorno, hoy jefe de la Casa de SM y en aquel momento secretario general de la Fundación Caja Madrid.
¿Por
qué , entonces, propuso Aznar un “precio disparatado” en un artista tan
desconocido como Rueda? Esa es la cuestión. Y que el propio presidente
de Caja Madrid calificara a su protector político como una “apisonadora”
por la presión al que le somete ante Spottorno, que se niega desde la
Fundación a pagar esa enorme cantidad de dinero de una caja pública que
no puede justificarse en modo alguno.
Hoy miércoles, El País publica los SMS que se intercambiaron Blesa con José María Aznar Botella, hijo del expresidente, en el que este último se quejaba por no haber atendido las peticiones de su padre para comprar la obras de Rueda
y montar un museo con ellas. No hay que olvidar que sin Aznar, Blesa
hubiera seguido poniendo estampillas en cualquier agencia tributaria del
país con el escueto sueldo que la Administración paga a sus
funcionarios.
Cuando estalló el “caso Gürtel”, Ana Botella, dijo
aquello de que el caso representaba para ellos un “sinvivir…” Entre
otras cosas, porque su asesor especial para actos y eventos cuando
estaba en Moncloa era Álvaro Pérez (“El Bigotes”) y el capo de la trama, Francisco Correa, pudo entrar a trabajar para el PP gracias a su marido. Hasta tal punto era la relación que Aznar, entonces presidente, que envió a su secretario particular en ese momento y antes jefe de Gabinete, Antonio Cámara, a ocupar un alto cargo en las empresas de Correa con un salario por encima de los 250.000 euros.
La prédica
Aznar y Belsa en los cursos de Faes (Efe)
Estos
son algunos de los hechos más relevantes del capítulo de
irregularidades que han salpicado de forma indirecta al que estuviera
durante ocho años al frente del poder ejecutivo de la Nación. Todo ello
choca con la prédica aznarista en relación con la necesaria limpieza en
la vida pública, que es extensa y prolija. De hecho, llegó al poder en 1996 por la cloaca en la que había sumido el país el felipismo.
Y cada vez que en el PP de Mariano Rajoy ha saltado algún escándalo –especialmente, el de Luis Bárcenas,
personaje que no se puede entender en todo su esplendor sin Aznar y que
curiosa y sorpresivamente ha tenido muy buen cuidado en no pringar- el
expresidente ha entrado a rejón limpio.
Como muestra, estos botones. Así, el 8 de abril del 2010, Aznar reúne en Sevilla a todos los que le acompañaron en el Comité Ejecutivo a los 20 años de su llegada al poder del PP. Ya había estallado el “caso Gürtel”.
El PP era y debe seguir siendo incompatible con la corrupción…
Los españoles no lo entenderían… El PP que salió de Sevilla fue
implacable con la corrupción y creo que nuestros militantes nos exigen
que así siga siendo… Los que rodeaban al expresidente no daban crédito a
sus palabras en tanto en cuanto había sido el propio Aznar quien había
dado entrada a Correa en el partido.
El martes 19 de marzo de este mismo año, Aznar arremetió contra los políticos que trabajan “sin honradez y sin transparencia” durante
la presentación de un libro del expresidente de Perú, Raúl Diez
Canseco. Acto seguido recitó una batería de medidas legales para acabar
con esta lacra.
Cada vez que ha surgido algún escándalo de
corrupción en el PP, Aznar ha zaherido a sus compañeros de militancia y a
los actuales gestores nacionales del PP. Hasta tal punto que la actual
secretaria general, María Dolores de Cospedal, harta de recibir
lecciones de quienes dejaron el PP plagado de irregularidades, dijo en
Toledo a comienzos de año y en clara respuesta al anterior presidente
del partido, “que siempre es bueno hablar de honradez y transparencia,
pero en todo momento y en todas circunstancias”.
FUENTE: www.elconfidencial.com